Todas las rutas que diseño son especiales y al realizarlas siento que han cumplido las expectativas con gran suficiencia. Todas las disfruto porque son únicas, no repito carreteras e intento hacer recorridos con dificultad que me exijan técnica y físicamente. Por eso son rutas de muchos kilómetros.

Esta ruta, que llevé a cabo el 7 de octubre, ha sido muy especial por diferentes cuestiones. En primer lugar la zona me ha sorprendido por los contrastes entre zonas de gran vegetación y otros que descubrieron el enorme daño ecológico y social que está provocando la pobre aportación de lluvia a la cuenca del Guadiana. Entre los contrastes se encuentran también las carreteras por las que circulé. La zona central de la ruta está abandonada de mantenimiento en sus carreteras, siendo algunas un peligro real para quien circule por ellas. En especial la BA-077 que anuncia en un cartel 50 kilómetros de «carretera en mal estado», cuando la realidad es que es muy muy peligrosa con socavones enormes y con mucha gravilla alrededor (en muchas ocasiones tenía que salirme para poder evitarlos, con el peligro de caída que conllevaba) Una moto que pesa 350 + 70 míos, y haciendo con ella «trail», recordando mi juventud con mi TORROT Mustang.

Afirmo que ha sido la más especial de todas las anteriores por este contraste continuo que aparecía ante mis sentidos. 658 kilómetros en 12 horas y media, con varias paradas para comer y beber y una para repostar. He de reconocer que la parte alimenticia fue un poco «convulsa»: olvidé toda la comida y bebida que tenía preparada en mi bolsa térmica y tuve que ir improvisando, comprando algo en una pequeña tienda de un pueblo (la botella de un litro de agua se derramó toda en la topcase), en la gasolinera donde reposté, pero disfrutando con el bocadillo de mortadela con sabor a café cappuchino (venía abierto y también se derramó una parte), de los dulces que compré y bebiendo mucha agua.

Observé el puente romano visible en el seco pantano de Cíjara, junto a unas ovejas pastando en el «fondo» del pantano. Cuando tomé estas fotos me encontraba sobre un puente metálico que emitía unos sonidos, producidos por la dilatación a causa del sol de justicia que caía sobre todos, escalofriantes. En ese momento fue cuando me percaté de que el agua se había salido porque estaba sudando y tenía mucha sed… que tuve que aguantar durante bastantes kilómetros hasta llegar a la gasolinera (no había otra más cerca, ni más lejos).

Después de «comer» e hidratarme bien (y también quitarme ropa para refrescarme con el aire limpio del parque natural), inicié el último «achuchón» sin parar (solo un pequeño alto para beber y reconocer el pueblo de un gran amigo, LA MATA). Me quedaban algo más de 250 kilómetros y ya había pilotado más de 9 horas. Quedaba el mejor tramo de pilotaje y de verdad que lo disfruté cono un niño chico. Te dejo el vídeo del tramo, aunque te reconozco que lo mejor está a partir de la mitad.

Cuando se disfruta casi tanto como la concentración que hay que tener, que es toda, no hay cansancio ni piensas en las más de 10 horas que llevaba.

Por todo ello amo la moto y las rutas en solitario. Por todo ello me preparo para mi gran reto y aventura NORDKAPP6060 que anhelo poder iniciar en mayo de 2021.

Mi próxima ruta discurrirá por todo el Sistema Central (Madrid, Ávila, Cáceres, Salamanca) y la previsión son casi 1.000 kilómetros, en un solo día. Seguro que la temperatura será más fresca e incluso espero que llueva… me encanta pilotar con lluvia. Otro estilo totalmente diferente pero igual de apasionante. Te mantendré informado.