
Vivimos sumidos en el muy corto plazo. La velocidad a la que nos hacen vivir y aceptar los cambios, sin tiempo para la reflexión y adaptación, nos convierte en autómatas. Cada vez nos sentimos más afiliados a la “inteligencia artificial” (que no existe) porque hasta un cepillo de dientes la tiene (según nos venden). Si aceptamos lo inaceptablemente lógico, cómo no vamos a aceptar lo incomprensible para la mayoría de los humanos.

Estoy harto de que el concepto TALENTO se intente equiparar a PROFESIONAL. Es obsceno leer y escuchar que se apele al TALENTO que se marcha o el que se busca. Quien lo escriba o diga es un auténtico ZOQUETE, obsceno con los PROFESIONALES. Quien quiera TALENTO en su empresa, no tiene que buscar, más bien […]
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